Washington
El tortuoso camino para llegar hasta Obama
Por Isabel Morales, corresponsal de El País en Washington.
Analistas creen que Colombia debe continuar el lobby con los demócratas, ya que en juego hay mucho más que la sola aprobación del TLC.
A casi dos meses de que el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegue a la Casa Blanca, Colombia ya comenzó a tocar las puertas para hacer 'lobby' y establecer una comunicación directa con su Gobierno.
El lobby, según analistas, se justifica, pues en la agenda hay termas vitales para el país como son el Tratado de Libre Comercio, TLC, el Plan Colombia, programas sociales y derechos humanos.
Esas gestiones las lidera la embajadora de Colombia en Washington, Carolina Barco, quien, según dijo, antes de las elecciones tuvo reuniones con los asesores para Latinoamérica de la campaña de Obama y además cuenta con una oficina de lobby, donde algunos de sus miembros trabajaron con el nuevo jefe de gabinete del próximo Presidente estadounidense, Rahm Emmanuel, facilitando así la relación con el nuevo Gobierno, que se instalará el 20 de enero.
Pero el reto es grande, y mucho más después de tener una excelente relación con el Presidente saliente, quien considera a Colombia, como uno sus mejores aliados en esta parte del continente.
Barco asevera que hay una buena relación con los demócratas. Más del 60% de las citas y reuniones de cabildeo por el TLC han sido con ellos y han servido para acercarse y mantenerlos informados de los adelantos que en materia de defensa de los derechos de los sindicalistas logra el país.
Pero el Gobierno colombiano dentro de la estrategia de acercamiento que desarrollará con el próximo ejecutivo estadounidense confía en la buena relación que existe con el ex presidente Bill Clinton, quien tiene gran influencia entre los demócratas, el partido de Obama.
Los funcionarios colombianos en Washington también trabajan para tener contactos con el vicepresidente electo, Joseph Biden, quien, incluso, conoce el país y ha tenido una estrecha relación con el ex presidente Andrés Pastrana.
"Ya se han hecho llamadas para hablar con el Vicepresidente, y nosotros hemos estado en contacto con congresistas. Con el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, también existe un acercamiento importante", aseguró Carolina Barco, tras agregar que "seguiremos trabajando con el equipo del presidente Obama como lo venimos haciendo".
Pese a esos esfuerzos, a Colombia le tocará comenzar de cero a partir de enero, ya que la gran mayoría de integrantes del nuevo gabinete no ha tenido contacto directo con la Embajada, al igual que con los quince nuevos representantes que los demócratas tendrán en la Cámara, quienes tendrán que empaparse del país, sobre todo con la meta de lograr la aprobación del TLC.
Colombia también tratará de aprovechar la cercanía de Daniel Restrepo (hijo de un colombiano), el asesor para asuntos con Latinoamérica de la campaña de Obama, con quien se han tenido contactos.
Según la Embajadora, Restrepo conoce la realidad colombiana, lo que resultará muy útil. Sobre todo, porque se cree que él será el encargado de trazar las primeras líneas políticas con Latinoamérica.
Lo que se dice en Colombia
Pero mientras en Washington se trabaja por tener una comunicación fluida con el próximo Gobierno, en Colombia los analistas tiene otra visión de la situación.
El triunfo de Barack Obama, el electo presidente demócrata de Estados Unidos, implicará para Colombia todo un reto en materia diplomática si la idea del gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez es acercarse a la nueva administración norteamericana.
Expertos consultados por El País recuerdan que tal como Obama demostró en su campaña, estará muy pendiente de temas colombianos muy sensibles como los derechos humanos y la protección de sindicalistas.
Advierten que si bien nuestro país seguirá siendo el principal aliado de EE.UU. en esta parte del hemisferio, Colombia no será, como hasta ahora, prioridad para la Casa Blanca, pues el gobierno Obama centrará su atención en resolver problemas internos como la crisis económica.
En primer lugar, dice el ex canciller Augusto Ramírez Ocampo, el Gobierno colombiano "tendrá que demostrar resultados concretos en la reducción de asesinatos de sindicalistas y la defensa de los derechos humanos, asunto vital para el futuro del TLC".
Según Ramírez Ocampo, "una vez Obama se persuada de esos resultados, va a ser más fácil la aprobación del TLC porque el Congreso norteamericano tiene mayorías demócratas".
En ese sentido, la estrategia debe apuntar a un mayor lobby en el legislativo de ese país que es, en últimas, donde se aprueban las ayudas económicas, por ejemplo, del Plan Colombia, explica el analista Ancízar Marroquín, del Centro de Altos Estudios de Administración Pública.
"Con Obama, el panorama será más complicado porque su agenda es netamente interna, se enfocará hacia la recomposición económica", señala.
De paso, el experto recomienda 'profesionalizar' la agenda bilateral, y para ello sugiere que la Cancillería "demuestre un trabajo más arduo, más ambicioso y con objetivos más precisos, porque ni América Latina ni Colombia son la prioridad para el nuevo Presidente de Estados Unidos".
Una estrategia similar plantea el analista internacional Enrique Serrano López, para quien el triunfo demócrata significa "un revés político" para el presidente Uribe y su Política de Seguridad Democrática.
Serrano considera que los asesores de Obama ven a Uribe "con desconfianza", por lo mismo, "lo mejor que pueden hacer nuestra Cancillería y la Embajadora en Washington es trabajar más con los demócratas y convencerlos con resultados concretos de las bondades de la Seguridad Democrática en la protección a sindicalistas y a los derechos humanos".
"De no ser así, la aprobación del TLC será muy difícil", insiste el analista internacional.
No habrá cambios
Algunos expertos consideran que tradicionalmente las relaciones con Estados Unidos han sido muy buenas con demócratas y republicanos, y que por ello el relevo en la Casa Blanca no traerá mayores implicaciones.
El ex canciller Fernando Araújo dijo que no habrá ningún cambio en la política exterior de EE.UU., que se basa en la defensa de sus propios intereses. "El TLC se aprobará porque es vital para los intereses de ellos. Muchos de nuestros productos ingresan allá sin pagar arancel, mientras ellos sí pagan al llegar acá.
El tortuoso camino para llegar hasta Obama
Por Isabel Morales, corresponsal de El País en Washington.
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A casi dos meses de que el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegue a la Casa Blanca, Colombia ya comenzó a tocar las puertas para hacer 'lobby' y establecer una comunicación directa con su Gobierno.
El lobby, según analistas, se justifica, pues en la agenda hay termas vitales para el país como son el Tratado de Libre Comercio, TLC, el Plan Colombia, programas sociales y derechos humanos.
Esas gestiones las lidera la embajadora de Colombia en Washington, Carolina Barco, quien, según dijo, antes de las elecciones tuvo reuniones con los asesores para Latinoamérica de la campaña de Obama y además cuenta con una oficina de lobby, donde algunos de sus miembros trabajaron con el nuevo jefe de gabinete del próximo Presidente estadounidense, Rahm Emmanuel, facilitando así la relación con el nuevo Gobierno, que se instalará el 20 de enero.
Pero el reto es grande, y mucho más después de tener una excelente relación con el Presidente saliente, quien considera a Colombia, como uno sus mejores aliados en esta parte del continente.
Barco asevera que hay una buena relación con los demócratas. Más del 60% de las citas y reuniones de cabildeo por el TLC han sido con ellos y han servido para acercarse y mantenerlos informados de los adelantos que en materia de defensa de los derechos de los sindicalistas logra el país.
Pero el Gobierno colombiano dentro de la estrategia de acercamiento que desarrollará con el próximo ejecutivo estadounidense confía en la buena relación que existe con el ex presidente Bill Clinton, quien tiene gran influencia entre los demócratas, el partido de Obama.
Los funcionarios colombianos en Washington también trabajan para tener contactos con el vicepresidente electo, Joseph Biden, quien, incluso, conoce el país y ha tenido una estrecha relación con el ex presidente Andrés Pastrana.
"Ya se han hecho llamadas para hablar con el Vicepresidente, y nosotros hemos estado en contacto con congresistas. Con el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, también existe un acercamiento importante", aseguró Carolina Barco, tras agregar que "seguiremos trabajando con el equipo del presidente Obama como lo venimos haciendo".
Pese a esos esfuerzos, a Colombia le tocará comenzar de cero a partir de enero, ya que la gran mayoría de integrantes del nuevo gabinete no ha tenido contacto directo con la Embajada, al igual que con los quince nuevos representantes que los demócratas tendrán en la Cámara, quienes tendrán que empaparse del país, sobre todo con la meta de lograr la aprobación del TLC.
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Según la Embajadora, Restrepo conoce la realidad colombiana, lo que resultará muy útil. Sobre todo, porque se cree que él será el encargado de trazar las primeras líneas políticas con Latinoamérica.
Lo que se dice en Colombia
Pero mientras en Washington se trabaja por tener una comunicación fluida con el próximo Gobierno, en Colombia los analistas tiene otra visión de la situación.
El triunfo de Barack Obama, el electo presidente demócrata de Estados Unidos, implicará para Colombia todo un reto en materia diplomática si la idea del gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez es acercarse a la nueva administración norteamericana.
Expertos consultados por El País recuerdan que tal como Obama demostró en su campaña, estará muy pendiente de temas colombianos muy sensibles como los derechos humanos y la protección de sindicalistas.
Advierten que si bien nuestro país seguirá siendo el principal aliado de EE.UU. en esta parte del hemisferio, Colombia no será, como hasta ahora, prioridad para la Casa Blanca, pues el gobierno Obama centrará su atención en resolver problemas internos como la crisis económica.
En primer lugar, dice el ex canciller Augusto Ramírez Ocampo, el Gobierno colombiano "tendrá que demostrar resultados concretos en la reducción de asesinatos de sindicalistas y la defensa de los derechos humanos, asunto vital para el futuro del TLC".
Según Ramírez Ocampo, "una vez Obama se persuada de esos resultados, va a ser más fácil la aprobación del TLC porque el Congreso norteamericano tiene mayorías demócratas".
En ese sentido, la estrategia debe apuntar a un mayor lobby en el legislativo de ese país que es, en últimas, donde se aprueban las ayudas económicas, por ejemplo, del Plan Colombia, explica el analista Ancízar Marroquín, del Centro de Altos Estudios de Administración Pública.
"Con Obama, el panorama será más complicado porque su agenda es netamente interna, se enfocará hacia la recomposición económica", señala.
De paso, el experto recomienda 'profesionalizar' la agenda bilateral, y para ello sugiere que la Cancillería "demuestre un trabajo más arduo, más ambicioso y con objetivos más precisos, porque ni América Latina ni Colombia son la prioridad para el nuevo Presidente de Estados Unidos".
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RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
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Renato Sánchez 3586 of.10
teléfono:56-02- 2451113. celular: 09-3934521
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