COLUMNISTA: Carlos Pérez Alvarado Fecha de Publicación: 2008-11-04
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| | | | | | | | | ¿Chao?
| | | | Con toda seguridad los ejecutivos de Endesa España y Colbún (o Hidroaysén), no se van a quedar tranquilos luego de saber que la Dirección de Aguas (DGA) rechazó la solicitud de derechos de aprovechamiento en los ríos Baker y Pascua debido a que "son incompatibles con la constitución del derecho solicitado". En buenas cuentas, los puntos de captación y restitución solicitados se encuentran dentro del área de inundación de los derechos obtenidos por los dueños originales; el Estado de Chile, a través de la Empresa Nacional de Electricidad (Endesa-Chile). Sobra decir que en un proceso cargado de irregularidades junto con la venta de la empresa estatal, a espaldas del país se traspasaron a una empresa privada extranjera esos derechos que, ahora, junto a capitales de la familia Matte (dueños de Colbún y Forestal Mininco, entre otras), pretenden ser ocupados para desarrollar su mega proyecto de 5 centrales hidroeléctricas en nuestra Patagonia.
Obviamente los directivos van a recurrir a todas las instancias posibles; políticas, empresariales, mediáticas, etc. con el fin de revertir la medida. Pedirán audiencias urgentes en la Moneda, especialmente con aquellas autoridades marcadamente pro-represas (Pérez Yoma, Viera-Gallo, Bitar, Vidal) en busca de apoyo y presión a los organismos involucrados y su nefasta idea no se vaya definitivamente a pique. No faltarán las gruñidas voces de dirigentes de poderosas organizaciones gremiales como la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) o de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), expresadas en sus habituales reuniones tipo "Icare", a las que invitan también a la Presidenta y sus Ministros a explicar sus políticas y a exponerse a los regaños de esa gente. No hay que olvidar las más que probables editoriales de El Mercurio o la Tercera, en las que se anunciará poco menos que el caos y la catástrofe energética que se viene si esas benditas represas no llegan a construirse. Incluso en la TV, especialmente en esos programas de "análisis político", en los que el dogma neoliberal nunca está en discusión, se seguirán repitiendo consignas mercantilistas entre sus homogéneos y aburridos panelistas.
Pero, lo cierto es que Endesa y Colbún tienen un nuevo y grave problema. Resolver este conflicto les significa un tiempo probablemente no considerado, que retrasa aún más sus planes, ya bastante complicados luego de la entrega de las contundentes observaciones realizadas por los servicios públicos. Y falta agregar los reparos que harán los ciudadanos antes del 24 de noviembre, dentro del proceso de participación ciudadana y en el marco de las reglas que impone la Conama y la Ley vigente. Sin duda cualquier medida que interfiera u obstruya el camino de Hidroaysén hacia las instancias superiores de la Corema, las que pueden llegar al Consejo de Ministros (donde hoy existirían escasas posibilidades de rechazo), juega a favor de la causa "Patagonia sin represas". Si agregamos la ausencia del EIA del proyecto de líneas de transmisión, el que debe resolver variados asuntos como su paso por Chaitén, el parque Pumalín y territorios indígenas, la importante fecha de 2012 se torna incierta. Después de eso, se estima- Hidroaysén tendría que desembolsar otros mil millones de dólares en su inversión para cancelar por los derechos que aún posee y que a partir de ese año ya no les pertenecerán. Comienzan también a esfumarse las posibilidades de que sea el gobierno de Michelle Bachelet quien sentencie el destino de Aysén por lo que -creo- lo más conveniente sería que su gobierno, antes de irse, nos legue una política energética seria, necesaria y urgente para el futuro de nuestro país. Y chao, Hidroaysén. | | | | |
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