El gobierno ha anunciado que pretende promover el Uruguay en el exterior, tanto para el comercio exterior, como para las inversiones a través de CD elaborados por técnicos estatales.
Esta intención demuestra que el gobierno sigue sin rumbos ni estrategias en esa materia, así como en lo que se refiere también a la política exterior.
Es que aún el gobierno no se ha dado cuenta que a Uruguay le ha faltado y le sigue faltando lobby e inteligencia internacional, a efectos de iniciar y dar continuidad a una política exterior, así como a una seria estrategia de comercio exterior y captación de inversiones.
Necesitamos ubicar en los mejores lugares del planeta a nuestros mejores negociadores para que cumplan esa tarea y complementar su accionar con lo que puedan hacer nuestras embajadas inactivas en esa materia hasta el momento.
Hoy tenemos que dar respuesta eficaz a dos preguntas correlacionadas: ¿somos competitivos? ¿Tenemos una estructura de venta en el exterior acorde a nuestras necesidades inmediatas?
Aún nos falta mucho para ser competitivos, y la estructura en el exterior la tenemos parcialmente, son nuestras Embajadas y sus funcionarios, pero no la supimos explotar o se tuvo temor de innovar y establecer un sistema de incentivos para ellos, creando una red de promoción y venta de los productos "made in Uruguay" sin precedentes.
Se deben tomar todas nuestras embajadas como centros de promoción y venta de nuestros productos, incentivando a todos sus funcionarios con un porcentaje (a establecer) sobre el total de las ventas que cada Embajada concrete, prorrateando luego entre sus funcionarios las ganancias, todo este accionar debe estar dirigido y orientado por los lobystas especializados y por la inteligencia internacional.
Lógicamente este sistema deberá concretarse en base a la seriedad, a la formación, al incentivo para los mejores y a la sanción para el que no cumpla.
Esta política se debe complementar, como dije anteriormente con la designación de negociadores, con experiencia internacional, que concreten un lobby serio, efectivo y permanente en distintas zonas del planeta que nos permitan abrir nuevos mercados, reafirmar y ampliar los que ya están y que políticamente le abran las puertas que nuestro gobierno necesita para hacer conocer sus estrategias políticas y comerciales.
Debemos estar preparados para realizar aportes de calidad. Nuestras principales obligaciones son ofrecer información y proponer iniciativas a nuestros gobernantes pero, también, no cooperar con políticas erróneas.
En este sentido, quiero enfatizar, una vez más, que la exportación es un medio para traer dólares comerciales, por lo tanto, generar empleo y reducir la exposición al financiamiento externo.
Pero, desde un ángulo productivo, la exportación es un fin que requiere una organización específica para promoverla y es lo que me lleva a promover junto a otras acciones, la integración de nuestras embajadas al sistema de comercio exterior junto con un equipo de lobystas.
En ella mencionamos, entre otras acciones, la reducción eficiente del gasto público, el dictado de una moderna reglamentación de protección de los mercados conquistados, declarándolos "Mercados de Interés Público o Nacional", con severas sanciones para el exportador que perjudique la continuidad de la colocación de productos uruguayos en ese lugar por una mala practica en sus operaciones y la reorganización eficaz, de las agencias estatales, vinculadas a la exportación.
Si somos capaces de promover iniciativas inteligentes, Uruguay puede convertirse en un importante exportador de productos elaborados a mercados hasta ahora inexplorados.
Para ello, confianza y dirección con un sólido respaldo técnico son indispensable para recuperar la confianza en el comercio exterior. Debemos y podemos desafiar el futuro.
Producir sin vender no lleva a nada, el Estado si no promueve una dimensión activa del comercio está ausente de las políticas fundamentales.
Al dejar librado todo a las reglas del mercado, que se arregle por sí solas, el Estado estuvo ausente en la definición de una política de comercio exterior.
Lo que pasa que cuando hay problemas nuestra diplomacia debe actuar, cuando surgen dificultades se mira a la falta de previsión del estado sobre los tiempos cíclicos en que los problemas aparecen. Por eso tiene que haber una interrelación permanente entre el sector privado y el Estado, una verdadera alianza entre el estado, los que producen, los que comercian, los que exportan. Esto tiene que ser una actividad de todo un país, así como una acción permanente de un lobby profesional que actúe en el lugar y en el momento adecuado.
Por eso vemos que hoy llegamos a una situación de profunda crisis, donde hay graves problemas, algunos motivados por falta de previsión política, otros por factores externos, que debieran resolverse rápidamente encarando con firmeza.
Cuando hoy nos planteamos los problemas de competitividad, yo me pregunto: ¿por qué hoy?. Porque la crisis nos llama la atención, podemos ser más competitivos hoy, que habiéndolo sido más competitivos ayer mayores hubieran sido los ingresos, mejor la posición para acceder a determinados mercados, por eso no debemos pensar en analizar las causa y después actuar, debemos vender hoy y ahí están nuestras Embajadas y sus funcionarios con una vasta experiencia y preparación y ahí deberán estar los especialistas en lobby cumpliendo su cometido.
Debemos definir una política concreta, deficiencias en la estructura internacional del sector porque tenemos duplicadas las agencias: en Relaciones Exteriores y en Economía, hay una duplicación de funciones por lo que es preciso una estructura más armónica y eficiente. La imagen comercial de nuestro país en el exterior es baja, el marketing de nuestro país es inexistente. El sistema de promoción internacional de Uruguay, en el mejor de los casos es ineficiente. Y tenemos poco trabajo de inteligencia internacional.
Pienso que nuestro país tiene la fuerza de lo natural frente a los países desarrollados que han abusado de fertilizantes y productos químicos, pero lo natural está también en la fuerza de nuestros paisajes para la atracción del turismo, que es una manera de exportación.
Así que deberíamos trabajar en función de una imagen atractiva para que lleve el sello de nuestros productos y facilite la apertura de nuevos mercados. Digo que esto es esencial para la situación actual del déficit de la balanza comercial que es muy grave y debemos bajar el costo uruguayo para mejorar las condiciones de competitividad de nuestros productos.
Por eso, insisto, lo importante que es el lobby permanente, lo importante que es la inteligencia internacional, lo importante que es el comercio exterior, lo importante que es la imagen del país y cómo nuestros productos en el exterior hacen a la imagen del país.
Es necesario crear esa corriente de simpatía y aplicar aquel principio de que hay que producir en función de la demanda antes que trabajar sobre la base de la oferta, el mundo se mueve así. Atendamos a los requerimientos de la demanda y de los mercados y podremos ofrecer más presencia uruguaya en el mercado internacional.
Jorge Azar Gómez Ex Representante de Uruguay ante ONU
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