(El Mercurio) Chile figurará como uno de los países con una de las tasas impositivas más altas del mundo a la actividad minera, una vez que se apruebe el proyecto de ley acordado entre el Gobierno y la oposición para establecer un nuevo royalty, de acuerdo con un análisis del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD). Según un informe del centro de estudios, si se considera el techo de un 14%, establecido en el rango de tasas de tributación fijado para el período 2018-2023, la empresas sometidas a este nuevo esquema tributario pagarán, en total, mayores montos en impuestos que las mineras de Australia, que las de los países de la región y que el grueso de las empresas que operan en estados de Canadá. Esto porque si al 14% se suman los impuestos a la renta que cancelan las empresas del sector en Chile, el porcentaje de tributos sube prácticamente a 49%.
De acuerdo con LyD, con una tasa de 4% -porcentaje que representa el piso del rango establecido para el período 2010-2017, según el acuerdo- la carga tributaria total ascendería a un 38,8%. Este nivel superaría los porcentajes de impuestos que las compañías del sector pagan en países como Perú (35,3%), Brasil (36,7%), Argentina (37%) y Bolivia (35%). Luis Larraín, director ejecutivo del LyD, manifiesta que si se aplica la tasa máxima de 14%, la tributación total a la minería en Chile estaría entre las más altas del mundo.
"El rango de tasa impositiva definida en el acuerdo es demasiado alto y representa un golpe para la competitividad, ya que deja la tributación total a la minería más alta que la de países competidores como Perú o Australia", advierte y agrega que este tema "es preocupante" para el futuro de la minería, pero también por los coletazos que pueda generar el cambio en materia de impuestos. "Está la preocupación de que esta discusión se pueda ampliar a otros sectores, ya que esto podría definitivamente lesionar la capacidad competitiva de Chile y su modelo exportador", sostiene el director ejecutivo del señalado centro de estudios. Términos de acuerdo
Tres períodos de aplicación establece el acuerdo alcanzado por el Gobierno y la oposición para fijar un nuevo esquema de royalty a la minería y recaudar de esta forma recursos adicionales para la reconstrucción del país, tras el terremoto del 27 de febrero. Actualmente el tributo es fijo y corresponde a un 4% de las ventas de las empresas, sistema que considera una invariabilidad tributaria, en promedio, hasta 2017.
El acuerdo contempla un período de transición de tres años (2010, 2011 y 2012), donde la tasa fluctuará entre 4% y 9%. En 2013, las mineras que renuncien al contrato suscrito con el Estado en 2005, retomarán la tasa de 4% y además podrán prolongar este régimen durante seis años adicionales, esto es, hasta el 2023. Terminado este período o bien en el caso de las iniciativas mineras que comiencen sus operaciones en forma posterior a 2013, la tasa del régimen general del Impuesto Específico a la Minería quedará establecida entre 5% y 14%. Esto, dependiendo del margen operacional que las firmas obtengan. Así, la tasa máxima de 14% se aplicará a aquellas empresas con un margen operacional de 85% hacia arriba. El acuerdo también contempla estudiar la modernización del DL 600, que otorga incentivos a la inversión extranjera.
A su vez, se convino la creación de un Fondo de Inversión y Reconversión Regional de carácter permanente que recibirá aportes anuales por US$ 100 millones durante los próximos cuatro años, y luego conforme lo establezca la Ley de Presupuesto. A su vez, el tercio de los recursos del citado fondo, que se destinarán a regiones mineras, se distribuirá en base a un reglamento elaborado por Hacienda. Esto, tomará en consideración la participación de la actividad productiva minera en el PIB regional con el objetivo que la distribución de estos dineros sea similar a la asignación que se realiza en el caso del Fondo de Innovación para la Competitividad, FIC. Fuente/El Mercurio |