| Mientras la desesperación comienza a extenderse entre el empresariado y algunos dirigentes, una nueva misión a Washington encabezada por el Vicepresidente colombiano intenta ofrecer respuestas, soluciones, y una vía para que el Congreso finalmente ratifique el Tratado de Libre Comercio entre los países antes del receso de agosto.
Para ello, Francisco Santos intervendrá hoy y mañana en el Congreso, con la intención de defender la ratificación del TLC, y mostrar los avances hechos en materia de seguridad laboral, protección de los sindicatos y en temas medioambientales.
Pero uno de los temas más espinosos, que no entran en el acuerdo- aunque sí en el ámbito del Plan Colombia-, pero que la nueva mayoría demócrata en el Capitolio considera de importancia capital, son los vínculos entre la política y las fuerzas paramilitares, que desde fines de 2006 salpican al Gobierno de Álvaro Uribe.
El rol de Santos, además, será preparar el terreno para una nueva visita del mandatario del país, que viajará a Washington el 7 de junio para elevar la presión y conseguir que el Congreso estadounidense entienda lo que se juega su país en este acuerdo.
Mientras el Vicepresidente comienza hoy con importantes reuniones, el Director del DAS, Andrés Peñate y el Alto Consejero para la Reinserción, Frank Pearl, tendrán a cargo la tarea de presentar los resultados de las investigaciones sobre el fenómeno de la parapolítica.
Polémica
Hace dos semanas, Santos dijo que si no se aprobaba el Tratado de Libre Comercio, el país debería replantear las relaciones con Estados Unidos. La frase generó un revuelo difícil de manejar, y le costó al Vicepresidente críticas e incluso un llamado de atención de su jefe directo, el Presidente Álvaro Uribe.
Todos temían que este tipo de declaraciones tuviera un impacto negativo en el Gobierno y el Congreso de Estados Unidos.
Sin embargo, la frase hoy es repetida por empresarios y dirigentes gremiales y parte de su fondo fue recogido el viernes de la semana pasada por el propio Presidente, quien en un tono mucho más duro del que usualmente utiliza con su principal socio comercial, exigió que a Colombia no se le diera un tratamiento de "paria". Uribe hizo estas declaraciones luego de sostener una conversación con el Presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios del Congreso estadounidense, el demócrata Charles Rangel, quien reiteró los reparos de su partido a la aprobación de un tratado comercial con Colombia.
Aunque el Gobierno colombiano se ha cuidado de no hacer declaraciones públicas que puedan afectar la relación, cada vez enfrenta más presiones de sectores empresariales que reclaman un tono más duro para exigir que el país mantenga su posición de socio estratégico en la región latinoamericana.
Los demócratas, que hace unas semanas insistían en el tema de derechos humanos y derechos laborales, ahora han sumado las críticas sobre vínculos del Gobierno colombiano con grupos paramilitares. Esta posición de los demócratas ha provocado una fuerte reacción en el sector empresarial del país. Aunque todavía muchos lo hacen en voz baja, son crecientes las críticas de empresarios y gremios, que a diferencia del acuerdo entre Estados Unidos y Perú, ven cada vez más atascada la aprobación del TLC.
Agenda de la misión
En una agenda armada de urgencia por la embajada de Colombia en Washington y asesorada por las firmas de lobby contratadas por el Gobierno, Santos tiene previsto reunirse hoy con la Representante de Comercio, Susan Schwab. Además, mantendrá charlas con los congresistas republicanos Kevin Brady y Jerry Weller y con Rich Verma, Vocero del Senador demócrata Harry Reid.
Para el jueves está previsto que se reúna con dos asistentes del líder demócrata Steny Hoyer; con el congresista demócrata Jim McDermott, entre otros.
Ayer, durante una rueda de prensa, la Embajadora Carolina Barco, reconoció que en esta etapa de lobby también se mostrarán "nuevas caras", que estarán representadas por 14 sindicatos colombianos que apoyan el TLC. Este grupo de sindicalistas se reunirá con congresistas y altos funcionarios del Gobierno de ese país para explicar por qué apoyan el acuerdo.
La guerrilla, contra el TLC
La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) decidió también expresar su rechazo al TLC y ayer pidió al Gobierno congelar el tratado como parte del cese de fuego y hostilidades que se busca para un acuerdo de paz, según una nota difundida en La Habana.
"Es preciso que se congelen los trámites para la aprobación del TLC, en tanto éste afecta la soberanía, el futuro de la nación y los intereses de la gran mayoría de los colombianos", se lee en el comunicado.
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